miércoles, 17 de octubre de 2012

Maldita estadística

(EN)





¿Eres uno de los 10,55 millones de refugiados en el mundo?
¿Eres uno de los 14,7 millones de desplazados internos (IDP) que han abandonado sus hogares?
¿Tienes entre 15 y 24 años y no encuentras trabajo? Puede que seas uno de los 75 millones de jóvenes desempleados en el mundo.
¿Tienes hijos o hijas en edad escolar que no asisten a la escuela? Hay 61 millones de niños y niñas en edad de asistir a la escuela primaria sin escolarizar.
¿Eres mujer y tienes entre 20 y 24 años? Entonces, puede que ya estés casada y que seas una de los 70 millones de mujeres casadas antes de cumplir los 18 años. ¿Te casaste más joven aún? Pues hay 23 millones de mujeres casadas antes de cumplir 15.
¿Disfrutas de una alimentación rica y variada que permita tu desarrollo físico y mental? La malnutrición crónica la sufren 870 millones de personas en el mundo.
¿Eres una de los 2.000 millones de personas que sobreviven con menos de 2$ al día?

Teniendo en cuenta que la población mundial es de 7.000 millones de personas, es bastante probable que seas afortunado (estadísticamente hablando) y que  formes parte solamente de alguno, o mejor incluso, de ninguno de los grupos anteriores.

¡Maldita estadística! El problema siempre es de otro.

Y precisamente, esos “otros” millones de seres humanos son los más vulnerables. Viven sus vidas con la resignación del que espera tiempos mejores, a sabiendas de que les faltan fuerzas y recursos, y les sobran miseria y sufrimiento.

No esperemos que los débiles, por si mismos, se levanten y luchen por las conquistas sociales que los poderosos les niegan.
No esperemos que los poderosos, por si mismos, repartan sus crecientes riquezas, pues de crisis y pobreza se alimentan sus fortunas.

El futuro que queremos está en manos de aquellos que no son causa ni parte del problema. De aquellos que aún pueden conquistar nuevos terrenos sociales, hacia un mundo más solidario, con un reparto más equitativo de la riqueza y mayor justicia social y ambiental. De aquellos que pueden empoderar a los más débiles y debilitar a los poderosos.

De nuevo, la estadística no engaña: Una inmensa mayoría de la población mundial somos parte de la solución. Sólo nuestra firme voluntad de cambiar las cosas puede conseguir otro mundo posible.

Las cosas no cambian;  nosotros cambiamos.
Henry David Thoreau.


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