domingo, 20 de noviembre de 2011

La curvatura del capitalismo


En física se conoce como agujero negro una región finita del espacio-tiempo originada por una gran concentración de masa de gran densidad en su interior que genera un campo gravitatorio tan potente que ninguna partícula material, ni siquiera los fotones de luz, pueden escapar de dicha región.
La curvatura del espacio-tiempo la estudió Einstein en su teoría de la Relatividad General de 1915.

Imaginemos una superficie elástica que tensamos por sus cuatro extremos. Si depositamos una esfera de pequeñas dimensiones pero con gran masa en el centro de la superficie, esta, por la acción de la gravedad, se curvará y se deformará formando un embudo en cuyo fondo estaría la esfera. Cualquier objeto en las proximidades del embudo se deslizará sin remedio al fondo del mismo.

Cuando el socialismo y el comunismo son un recuerdo vago en la historia, tan sólo rememorados por los excesos cometidos, el capitalismo se convierte desde la caída del Muro de Berlín en 1989 en el sistema predominante en nuestro mundo globalizado.

Desde entonces, el capitalismo, como la esfera del símil anterior, se convierte en un agujero negro del que nada puede escapar.

Una oligarquía económica que concentra la riqueza mundial y cuya fuerza de gravedad es la codicia.

Una fuerza de gravedad imparable que arrastra a la pobreza al resto del mundo. Que desaloja a familias sin recursos económicos de sus casas porque no pueden pagar sus hipotecas. Que desaloja de sus tierras a agricultores y ganaderos que las ocupan desde hace varias generaciones para acaparar medios de producción. Que lleva a los jóvenes a un futuro incierto por no poder pagar sus créditos para acceder la universidad. Sin trabajo, sin esperanzas...
Que especula con los precios de los alimentos, condenando a millones a morir de hambre. Que especula con la deuda soberana, condenando a millones a perder derechos sociales. Que dificulta el crédito, condenando a los emprendedores a desestimar sus proyectos por falta de financiación.

En definitiva, un enorme agujero negro del que nada ni nadie escapa. Frente a una economía social y sostenible, un sistema capitalista cuya supervivencia se basa en el desigual reparto de la riqueza, cada vez más exacerbado, cada vez más codicioso y fuente de muchos de los conflictos que asolan nuestro planeta. Pero igual que un agujero negro se colapsa y da lugar a la creación de nuevas estrellas y galaxias, quizá este próximo el colapso del capitalismo y el nacimiento de un nuevo modelo económico y social más igualitario en el reparto de la riqueza, sostenible y respetuoso con el medio ambiente.


.

No hay comentarios:

Publicar un comentario