domingo, 23 de octubre de 2011

Héroes desamparados



A veces las respuestas a cuestiones sencillas son la más difíciles de encontrar. Y el contexto de la pregunta tiene tanta importancia como la respuesta en si misma.

Me pregunto por qué los héroes son los que deciden ayudar a los más débiles. En nuestra sociedad la mayoría tenemos capacidad y recursos suficientes para hacerlo.
Me pregunto por qué los valientes son los que defienden sus ideas. En nuestra sociedad las libertades y derechos están garantizados constitucionalmente.
Me pregunto por qué el compromiso y el pensamiento crítico son la actitud de los inadaptados. En nuestra sociedad de la información, las injusticias, las violaciones de los Derechos Humanos, la corrupción y los abusos de poder están expuestos a la opinión pública y son la fuente de la indignación de la que nace el compromiso.

¿No es acaso esta una visión distorsionada de la realidad para mantener vivo un sistema socialmente injusto e insolidario?
Me pregunto por qué el éxito social está tan alejado del compromiso, el activismo y la solidaridad.
Y en definitiva, ¿por qué no somos más solidarios? ¿Por qué el compromiso es la excepción y no la regla?

Pueblos del mundo global que habitamos que también buscan respuestas. Pero sólo encuentran silencio, y el silencio es desamparo.
Pueblos que quieren democracia, y cuyos gobiernos utilizan las fuerzas de seguridad que deberían protegerles para reprimir cualquier manifestación pacífica y asesinar a sus hijos e hijas.
Pueblos despojados de sus tierras, obligados a convertirse en refugiados en su propio país.
Pueblos que mueren de hambre porque sus medios de producción les han sido robados.
Pueblos cuyos recursos naturales son expoliados y sus hijas e hijos violados.
Pueblos esclavizados y embrutecidos.
Pueblos que buscan su dignidad y su libertad.
Pueblos que quieren paz y justicia.
Valientes a su pesar. Héroes por obligación.

Sólo los que se enfrentan al silencio, al olvido y a la muerte, son los elegidos por el destino para convertirse en verdaderos héroes desamparados.

Que sus gestos heroicos de cada día por su supervivencia, por su dignidad, por defender sus derechos, por la justicia y por la libertad tengan al menos una respuesta valiente por parte de los que podemos elegir.

Quizá nunca encuentre respuesta a mis preguntas, sólo silencio; pero mientras existan pueblos oprimidos es nuestra obligación darles voz, y no desistir en la lucha para evitar que la sombra del desamparo se extienda como un manto letal por nuestro planeta.


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